ESE INCOMODO MOMENTO… que se
encuentran en uno de esos lugares donde venden comida, café, refrigerios, snacks,
etc., hay sillones cómodos y mesas ergonómicas en donde uno puede sentarse a
degustar un aromático café, mirar el atardecer, o en caso de que seas un pretencioso;
leer unas cuantas paginas de aquel libro con una cantidad de páginas exagerado
que usas para verte “interesante”, en fin, uno de esos lugares para ir a perder
el tiempo un rato, sin intenciones de nada mas que satisfacer el ocio.
Y de
pronto, cruzas mirada con “ella”, que esta sentada en un extremo del restaurante,
y tú a dos mesas de distancia...
... Esto le ocurrió al primo de un amigo
Ella vestía una blusa roja, sencilla,
falda recta, ni muy corta ni muy larga, pero con la tela suficiente para dejar ver sus piernas bien
formadas. Su rostro de simétrica forma triangular y nariz en punta que se
movía cuando hablaba, labios delgados que dejaban entrever unos dientes blancos
y alineados, sus ojos castaños alegres que a veces, cuando movía la cabeza para dirigir su mirar hacia donde yo estaba, quedaban cubiertos por su cabello hermosamente lacio.
No me di cuenta en que momento... el primo de mi amigo comenzó el juego de miradas cruzadas, todo el tiempo y a destiempo, me puse
nervioso (como siempre). El primo de mi amigo la miraba sin levantar la cabeza, ella giraba
constantemente la cabeza hacía la puerta, por la que nunca pasaba nada
interesante. A veces, por un par de segundos, coincidían y sostenían la
mirada brevemente, los dos, sabiendo con ese mínimo instante, que no son indiferentes.
En un momento de aquel juego de
miradas, ella se levantó al baño, que se encontraba justamente a espaldas de mí el primo de mi amigo, lo que la obligaba caminar en dirección a mí el primo de mi amigo. De pronto la propaganda con fotos
de esas rebanadas de pastel de 80 pesos se tornaba interesantísima (cobarde),
porque no levantaba la mirada, no hasta que ella estuvo a pocos pasos de la
mesa, y entonces en ese momento, brutal y rápidamente, se miraron a los ojos a
un metro de distancia…
5, 4, 3, 2… nada!!
Ella pasó de largo, hizo lo que tenia que hacer y pocos minutos después regresó a su lugar como si nada hubiera pasado.
5, 4, 3, 2… nada!!
Ella pasó de largo, hizo lo que tenia que hacer y pocos minutos después regresó a su lugar como si nada hubiera pasado.
- Eres todo un casanova-, pensé muy
dentro de mi, tratando de animar o torturar... al primo de mi amigo
El extravío y encuentro de miradas
duró exactamente el tiempo en el que la vida, el destino o como quieran
llamarle, exige que se dé el siguiente paso. Paso que no dio ninguno, paso que dio un tercero.
Una
mujer no mas bella que la anterior, entró al restaurante, desde la puerta saludó alegremente a la primera; a señas le dijo que la esperaba afuera.
Ella pagó la cuenta, y él, como todo un don Juan, se movía inquieto (vaya galán). Ella recogió su bolsa, se levantó y dirigió a la puerta, él la miraba fijamente. Ella salió pasando de soslayo, pero justo antes de desaparecer del umbral de la puerta, ella volteó y se miraron largamente por unos segundos.
Ella pagó la cuenta, y él, como todo un don Juan, se movía inquieto (vaya galán). Ella recogió su bolsa, se levantó y dirigió a la puerta, él la miraba fijamente. Ella salió pasando de soslayo, pero justo antes de desaparecer del umbral de la puerta, ella volteó y se miraron largamente por unos segundos.
5..., 4..., 3..., 3... 3... 3... 3,… 3… ¿DIJE 3!!!? …
2..., 1… (Olvídalo idiota)
Ella se fue. Él recogió su mirada y pidió
le volvieran a llenar su taza.
Nada pasó.
Y así, todos los días, en todos lados
y a cada momento, hay historias que exigen ser contadas pero jamás se escriben,
jamás nacen, jamás se viven, historias que sólo se quedan en miradas y en las
palabras de un extraño que vio brillar y extinguirse un "tal vez".
¿Les ha pasado?
A MÍ NO!!
ResponderBorrarCañoooon! osea no puedo decir nada al respecto! Se siente horrible la cobardia que a veces deja que pase por nuestro cuerpo y nos impide movernos... tal vez el rechazo da un poco de miedo pero y entonces ¿qué es lo que te impulsa a decir "me la juego"? en fin... excelente anécdota al menos a mi me ha pasado y te puedo decir que más allá de la cobardia... no si es la cobardía total.
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