DEL CÓDIGO DE HONOR...

Hoy voy a hablarles de un tema serio… ¿por qué? Porque es mi blog y aquí les puedo hablar de lo que se me dé la gana… Ja, no… la verdad es porque considero que muy pocas personas valoran un tema tan delicado como el siguiente y yo quiero que dejen de ser pendejos ingenuos y sean mejores personas… JAJAJAJAJA LOL!!

Antes de empezar les hare una pregunta:

¿Alguien de ustedes sabe lo que es  el código de honor?

Bueno, no piensen tanto; un código de honor es un sistema de principios y reglas a seguir, así de sencillo este es un requisito necesario para ser parte de algún grupo o comunidad, esto quiere decir que se puede ser parte de aquella agrupación mientras uno sea considerado "honorable", o sea confiable, de integridad y valor para el grupo.

En algunos casos está escrito como un reglamento tradicional pero esto ya está siendo obsoleto y muchas otras veces consiste en una serie de principios para el comportamiento implícitos, o sea que es lo que se espera de una persona sin la necesidad de decirlo, o expresado de manera simbólica en rituales o algún tipo de tradición oral ni escrita.

¿Qué quiere decir esto?… pues que esta serie de principios que rigen el código de honor en una agrupación no necesariamente tienen que leerse o dictarse en el momento que te unes al grupo, simplemente son códigos de conducta, normas que sabes que debes cumplir para no infringir errores garrafales que traiciones la confianza que se ha depositado en ti…

El romper un código de honor, puede resultar en sanciones o incluso la expulsión del grupo. Todavía existen organizaciones donde el código de honor es un importante sistema para regular y normar la conducta de los miembros, como en ciertos ámbitos militares o incluso instituciones educacionales, sobre todo aquellas con mayor tradición. Existieron alguna vez incluso "tribunales de honor", hoy prohibidos en muchas partes del mundo o simplemente en desuso debido a lo extremistas que eran.

¿A que quiero llegar con esto?

Si tienes un amigo, una amiga, o convives con un grupo de amigos o personas que te agradan y mutuamente les agradas… simplemente debes estar al pendiente de cumplir con estas reglas básicas “invisibles”, “innombrables” pero muy respetables.

¿Qué pasa si rompes el código de honor sin darte cuenta? Bueno, lo más probable es que te echen del grupo sin avisarte, simplemente rompiste el código, se te puede volver a dar una oportunidad más si reconoces que has fallado, pero si reincides… bueno, seguramente tienes un problema de déficit de IQ.

El problema se presenta cuando; una vez que infringiste al código de honor y se presentan represalias en tu contra, tienes el descaro de levantar la cara y mostrar tus patéticas ínfulas de orgullo.

Hay dos variantes del ego que muchas veces tendemos a confundir: el honor y el orgullo. Es mucho más difícil poseer la primera que la segunda. Yo solía decir que nunca nadie pasaría sobre mi orgullo, el cual se erguía más alto e imponente que una torre de Babel; hasta que lo derrumbaron. Y lo derrumbo una mujer!!

Y ahora no me sorprende lo sucedido. El orgullo, así como se fortalece, así de fácil se destruye. Su material es una capa delgada rellena de algodón, afianza sus cimientos en la INSEGURIDAD y en la DESCONFIANZA.

Mientras que el honor tarda en desarrollarse; se obtiene tras sufrir malas experiencias, derrotas y amarguras; pero también se forma con enseñanzas buenas, ejemplos de virtud, de humildad, de excelencia humana; cosa que le hace un material más resistente que aquél del que está hecho el orgullo.

El orgullo nos hace débiles y vulnerables.

El honor nos hace fuertes y nos prepara.

Las personas temen a los orgullosos, pero aman a los honorables. Alguien con orgullo es soberbio, alguien con honor es magnánimo.

Ya que la persona honorable, sabe reconocer sus errores, disculparse por ello, demostrar que la ha regado y hacer lo posible por enmendar su error.

En cambio la orgullosa, se esconde, finge pretender que todo está bien, no escucha y valora más las estupideces simples que enfrentar su propia soberbia, es cliente frecuente de la inseguridad y prefieren dar la espalda a las personas que una vez le entregaron amistad y buenos ratos…

En cuanto a la capacidad que nos brindan para razonar son similares, pues provienen de la misma sustancia que es nuestro Yo. Basan su lógica en las pasiones, y allí es donde entra la templanza (de la cual no soy muy buen maestro) para saber moderarnos y actuar de la manera más conveniente. Ambas tomarán una decisión de acuerdo a lo que pueda satisfacer al Yo, y allí entrarán los principios de cada una: el orgullo nos hará tomar una decisión egoísta y el honor una compasiva.

El orgullo propone olvidar, dejar a un lado lo que una vez valió mucho la pena ya que se escuda del ego…

No creo que una sea buena y otra mala, mientras hagan sentirse bien a las personas quienes las adoptan. Todo esto es relativista y se circunscribe a cada mente de diferente manera. A muchos les funcionará la primera y a otros tantos la segunda. Yo en lo personal prefiero tener un honor de hierro a un orgullo cegador.

La humildad es una de las virtudes que considero más apreciables en una persona.

Bien lo dijo en algún momento mi tocayo, si te dan una bofetada, lejos de contestar la afrenta, pon la otra mejilla… esa muestra de humildad los orgullosos la reprueban porque piensan que no deben dejarse de nadie e inmediatamente responden la ofensiva, en cambio el ser honorable, sabe disculpar los errores cometidos por personas que tienen la misma capacidad de fallar que nosotros…

¿y tú, que tipo de persona eres… orgullosa u honorable?