14.2.09

AMIGOS...

La verdad es que este mes, es muy... ¿cómo decirlo?, muy... muy comprometedor, creo...

Porque, a la mitad del mes, estratégicamente se les ocurrió a las mentes que dominan la economía y el mundo llamarlo día del "amor y la amistad" que según su servidor es un vil día consumista perpetrado por poderosos para crear un “estate quieto” a las masas susceptibles de amor...

Zaz!!!! ya voy a empezar de grinch y hoy es 14 de febrero, se supone que hoy debería ser todo amor, todo cariño y ser más dulce que el jocoque, pero lo cierto es que no he venido aquí a desearles nada, ni a enviar cartitas, tarjetitas o dibujitos con ositos o animales, ni mucho menos a augurar amor, bondad, paz, amistad y toda esa sarta de exageraciones cursis.

Sin embargo, prometí a cierta persona que me importa (de hecho solo por eso me pare hoy por aquí) que procuraría eliminar mis pensamientos negativos y fatalistas respecto al significado personal de la fecha y contradiciendo mis creencias, comenzar el día con un “Te Quiero” para los seres que “Amo”.

Bueno, pues no lo hare, pero; se me ocurrió hacer algo, quizá no mejor, aunque si, digno de reconocerse como primer paso hacia el cambio. Por eso, dedico a ustedes, mis amigos y compañeros de la vida, este escrito de Vinicius de Moraes como homenaje y agradecimiento por permitirme converger en sus vidas. Espero les agrade, por hoy, no diré más.

Éxito en todo 

“Amigos”

Tengo amigos que no saben el lugar que ocupan en mi corazón.
No perciben el amor que les profeso y la absoluta necesidad que tengo de ellos.

El “amor-amistad “es un sentimiento más noble que el “amor-pareja”, pues permite que su objeto de cariño se divida en otros afectos, mientras el “amor-pareja” tiene intrínsecos los celos, que no admiten la rivalidad.

Y yo podría soportar, sin embargo no sin dolor, que hubiesen muerto todos mis amores, ¡Pero enloquecería si muriesen todos mis amigos!

Hasta aquellos que no perciben cuánto son mis amigos y cuánto mi vida depende de sus existencias...

A algunos de ellos no los frecuento, me basta saber que existen.

Esta mera condición me llena de coraje para seguir en frente de la vida.

Sin embargo, porque no los frecuento con asiduidad, no les puedo decir cuánto los aprecio. Ellos no lo creerían.

Muchos de ellos están leyendo esta crónica y no saben que están incluidos en la sagrada relación de mis amigos.

Mas es delicioso que yo sepa y sienta que los adoro, aunque no se los diga y no los frecuente.

Y las veces que los frecuento, noto que ellos no tienen noción de cómo me son necesarios,
de cómo son indispensables a mi equilibrio vital, porque ellos hacen parte del mundo que yo, trémulamente, construí y se tornaron en fundadores de mi encanto por la vida.

Si uno de ellos muriera, yo quedaría torcido para un lado.
Si todos ellos murieran, ¡yo me desmoronaría!

Es por eso que, sin que ellos sepan, yo rezo por sus vidas.
Y me avergüenzo, porque esa súplica está, en síntesis, dirigida a mi bienestar.
Ella es, tal vez, fruto de mi egoísmo.

A veces, me sumerjo en pensamientos sobre alguno de ellos.

Cuando viajo y estoy delante de lugares maravillosos,
me cae alguna lágrima porque no están junto a mí, compartiendo aquel placer...

Si alguna cosa me consume y me envejece, es que la rueda furiosa de la vida no me permite tener siempre a mi lado, habitando conmigo, andando conmigo, hablando conmigo, viviendo conmigo, a todos mis amigos, y, principalmente a aquellos a los que solo desconfían, a los que no me comprenden, me acusan o tal vez nunca van a saber ¡que son mis amigos!

La gente no hace amigos, ¡¡¡Los reconoce!!!
VINICIUS DE MORAES

2 comentarios:

  1. Anónimo23.5.10

    ALGO DE RECONOCERSE DE ESTOS DÍAS ES QUE SON REACTIVADORES ECONÓMICOS.

    NIMUE

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  2. Anónimo29.6.10

    Estimado Tío Drachen:


    Pues sigo aquí, es verdad no he podido irme, y no lo expreso fatalistamente, lo digo con el aprecio que me guardo para ti, hoy no es 14, ni 15 y menos 24, hoy es un día cualquiera en la tarde donde puedo confesarte en un medio algo raro en sí que a pesar de la distancia que nos hace cada momento más lejanos y el hecho que son pocas las palabras que hemos cruzado.

    Mi cariño hacia ti es largo, intenso, profundo y duradero (ojo evítese albur)

    Y no apagues aquella sonrisa, quizá las reuniones serán lejanas, y el tiempo con confunda con esa espesa y larga barba.

    Pero aquí estamos, a pesar de todo y lo que falta.

    Se te aprecia mucho


    Vampiro _ Alejandro


    José Alejandro Vilchis González

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