¿¿INFIDELIDAD??

Todos sabemos de qué hablo, somos ingenuos y creemos que nunca nos va a pasar a nosotros, que eso de los cuernos les pasa a los demás, que nuestra relación es súper especial y que llevamos muchos años juntos... falacias.

Al igual que las enfermedades, las crisis o de las “pajas” nadie se libra. Cuanto antes se asuma y se sea capaz de vivir sabiendo que posiblemente tu novia no sea solo tuya, mejor que mejor. Al fin y al cabo si dejas de lado los celos y piensas que te quiere sales ganando, aunque luego también quiera a todos tus amigos y muy posiblemente a la mitad de tu ciudad.

Recuerdo las primeras veces cuando me sorprendía si alguna conocida le había puesto los cuernos a su novio. Aplicaba el “SHADENFREUDE” que en alemán, implica el burlarse de las desgracias ajenas, pensando ingenuamente que esas cosas a mi jamás me ocurrirían, porque a mi si me querían de verdad (imbécil) hasta que un día, pues me ocurrió, descubrí en acto pasional a la mujer que amaba, con el que juraba era su mejor “amigo”, y bueno, la historia es triste, no abundare en ese tema, paso lo que paso, llore lo que tenía que llorar, maldecir, gritar y desahogar y ahora estoy aquí cerrando ese ciclo, porque una revelación que tuve el pasado 1 de agosto (dos días antes de mi cumpleaños) en la que estuve a punto de morir, me enseño que no debo jamas, volver a cargar con ese costal...

Con el paso del tiempo mi capacidad para sorprenderme por esas cosas comenzó a disminuir hasta la total indiferencia. Con toda esa experiencia vivida dejé de creer en la fidelidad y en la confianza aunque sé que un reducido grupo de hombres y mujeres aun es fiel a la fidelidad. Que quede claro que cuando hablo de fidelidad lo digo en todas sus acepciones, fidelidad a los principios, a los amigos, a las parejas, a la gente en general. Es lo que tiene el vivir en un mundo en el que los principios parecen cosa del pasado. Nadie sabe reconocer a que cosas le es fiel.

Cuando era un niño, y tenía la cabeza lavada por tanta novela y cuentos del tipo “el príncipe azul y fueron felices para toda la vida” siempre me imaginé viviendo un tórrido romance lleno de elementos cursis y promesas de amor eterno con la mujer de mis sueños...

Pero me topé con los libros, Erich Fromm y Ana Karenina rompieron vilmente mis ilusiones y creencias de los amores perfectos y fue revelada, ante mis ojos aun jóvenes la otra cara de la moneda.... la infidelidad. Después de eso y observando más detenidamente las cosas, me di cuenta que todos los seres humanos somos infieles, infieles no solo a nuestra pareja, somos infieles a nosotros mismos principalmente.

Y para mí fue muy triste caer en la cuenta de que mi capacidad de ser infiel comenzó a muy temprana edad, por ejemplo cuando mis amiguitos me invitaban a jugar resorte y yo, aunque no quisiera y no me gustara y odiara brincar el mugre resorte, iba muy campante con mi cara de felicidad. Me estaba siendo infiel a mí mismo.

Después llegó la pubertad y me convertí en un puberto furioso, quería a toda costa ser bien malo y andar con cholos (que nunca me pelaron) y escuchar música bien pesada (aunque me gustaban los backstreet boys, si lo sé, suena muy gay, malditas apariencias!!). En el fondo me sentía un poco desconectado de lo que normalmente sería un adolescente promedio, en ese entonces yo no leía mucho, dibujaba y soñaba. Mis amigos por su parte, eran todos unos adolescentes promedio en su esplendor, las mujeres se pintaban la cara de colores, los hombres usaban lociones y salían a patinar y a conocer “chicas”. Yo los acompañaba, claro, tampoco era un antisocial, ni nada parecido.

Todos ellos simpáticos, arreglados, preocupados por su apariencia física, en fin llenos de un “no sé qué, que qué sé yo” tenían novias a diestra y siniestra. A mí nunca me fue bien. Lo curioso de ellos, es que eran infieles. Tenían la novia de la secundaria, con la que andaban de manita sudada en el recreo y estaba también la novia de la academia de inglés, y la del parque, y la de la calle. Nunca los juzgué, pero todas esas vidas me recordaban a Ana Karenina y su final.

Entrando a la Prepa por arte de las mujeres voltearon a verme y por fin tuve novia. La cual me fue infiel, en mi cara!! y me dijo algo como “lo hice porque nuestros signos no son compatibles” 0.o (háganme el chingado favor). Bueno ya…

Luego entre a la superior y me enamoré por primera vez, como coloquialmente dicen: hasta las manitas, y no me importaba si en un futuro vivíamos debajo de un árbol, siempre y cuando estuviera con ella (así de pendejo estaba) y oh sorpresa me fue infiel con un amigo mío. Y juré nunca jamás volver a enamorarme y a sufrir por nadie, convertiría en piedra mi corazón y me volvería un culero (según)…

Pase año y medio sin nadie, me dedique a la música y al relajo con la Original Royal y eso me sanó hasta que conocí a la mujer que más he amado en la vida, y después de 4 años de relación, le fui infiel, ella me descubrió y cual “MUJER INCOMPARABLE” su venganza fue mayor. El sentimiento de culpa era insoportable, por primera y última vez fui infiel, y fue en el momento algo que no pensé, que no medité, que simplemente sucedió. Dicen que existe una línea muy delgada de todo lo que puedes permitir y lo que no, y si, si existe. Y no tengo justificación, no voy a decir que fue el alcohol, que ni había (mucho, en mi organismo) ni lo mal que iba la relación y lo poco satisfecho que me sentía, simplemente paso y no me arrepentí, al menos no por mí.

De eso sólo me quedó un mal sabor de boca, una espinita molesta que no duele, pero que incomoda. Al final de cuentas, no le fui infiel a ella, me fui infiel a mí, me dolí yo, me herí a mí mismo, porque a pesar de todo, aún creo en los tórridos romances, llenos de elementos cursis y declaraciones de amor eternos. A pesar de su venganza, el haberme sido infiel, bajo la enmienda de no saber cómo decirme que lo nuestro ya no servía para nada más…

Bueno, no vine aquí a hablar del mecanismo de infidelidad que emplee, ni del mecanismo de infidelidad del que fui víctima y que a la fecha aún me duele, y que si pudiera borrar de mi mente lo haría al costo que fuera… como en la peli de eterno resplandor de una mente sin recuerdos… ah que fácil sería si pudiera borrarlo, en fin, vine aquí a liberarme.

Los seres humanos somos entes sociales, pero ante todo somos primitivos, la parte “civilizada” que nos caracteriza solo ha sido una forma de encarrilar la conducta de acuerdo a las necesidades evolutivas de la sociedad y con eso se han creado los valores, la moral, la ética y demás mafufadas que hacen que nuestro ser primitivo se duerma un poquito. La fidelidad y la monogamia son términos relativamente nuevos. Lo que hace a una persona fiel y monógama son los valores y las experiencias de aprendizaje significativas.

Mi relación con la infidelidad es ambigua, a estas alturas de mi vida sé que me han sido infiel muchas veces y de maneras muy descaradas. Yo en cambio, aún creo en el compromiso, el compromiso de estar con una persona, la seguridad que eso brinda y sobre todo la lealtad, soy alguien muy leal, como los perros. Siempre me dije que NO perdonaría una infidelidad, ¿por qué?

Porque supongamos que la perdono y todo bien unos meses, pero la duda mata, la desconfianza genera inseguridad y la inseguridad agresión y al final duele. Mejor ahorrarse la energía y llorar el coraje y la tristeza de una buena vez. De hecho pienso que fueron esas dudas las que provocaron tal venganza contra mi persona...

Bueno, eso dije… que jamás perdonaría, sin embargo, no puedo vivir sin ella… y eso me hace perdonarle lo que sea, por el simple hecho de ver su sonrisa y saber que la misma se refleja en mis ojos a causa mía, por eso manifiesto este escrito, carente de cordura y secuencia literaria, escribo lo que siento, lo que mi pecho no soporta más…

Hace ya bastante tiempo, escribí esto, cuando tenía spaces de Windows:

Hace ya un tiempo cometí el error de amar y creer que poseía, lo único que conseguí fue perderlo todo, poco a poco, como una muerte lenta y sin darme cuenta hasta ver que ya no tenía nada

QUE CREER?? Es ahora mi pregunta, cuantas veces has leído, escuchado, la frase "si amas algo déjalo libre, si regresa, es tuyo, si no; nunca lo fue"

Que creer?? Cuando piensas que todo has perdido y ese algo regresa de la nada, cuando menos lo llamabas, cuando menos lo esperabas, cuando menos lo necesitabas. Creo que lo importante no es que creer -¿¿contradicción??-, lo importante es, lo que se siente, porque cuando amas, cuando realmente amas, puedes mandar al diablo muchas de tus creencias incluso, las contradicciones...

“Como quieres que te olvide si cuando empiezo a olvidarte recuerdo que te olvido y empiezo a recordarte”…

Cito esto que había escrito, porque cae de perlas con mi situación emocional en estos momentos de mi vida. Por mi parte, sé que no volvería a ser infiel, jamás, es algo que en realidad no va con lo que soy, con lo que he aprendido, por lo que he pasado, ser infiel para mí, es como darme una dolorosa cachetada. Y nada duele más que las propias cachetadas.

Me siento mejor desde la última vez que escribí aquel trágico final de esa historia en mi vida (trágico por que tuvo consecuencias inesperadas que me dejaron marcado) me he dado cuenta de que los cambios más importantes en mi vida se han dado cuando pienso que todo se ha perdido, alguna vez me dijo una persona muy cercana a mí que cuando uno cierra definitivamente un capítulo en su vida, se abre otro mucho mejor, más placentero que el anterior, y creía que así me estaba pasando.

Porque cuando pensé que ya no había más que pensar acerca de asuntos que solo vivían en mis fantasías, bueno; de uno en específico, “SABIDURÍA” de repente se apareció de nuevo, si, así sin llamarlo ni pensarlo ni nada, de la nada apareció, quizá para ser simplemente una ilusión de nuevo, quizá para ser un nuevo amigo (COSA QUE DESAPRUEBO ROTUNDAMENTE), no lo sé, yo simplemente estoy abierto a la posibilidad de que llegue como tenga que llegar, se quede conmigo si lo cree conveniente, o en el peor de los casos, que haga lo que tenga que hacer y si lo quiere, me deje en paz después de haberme utilizado. 

También pensé que jamás querría volver a verle, pensé que no tenía caso porque no tenía ya la misma disponibilidad ni las mismas ganas, ni los motivos  para hacerlo, en efecto, los motivos cambiaron completamente, llegue a preguntarme respecto a la disponibilidad y me dije... hare todo un esfuerzo por hacerla llegar, y las ganas de estar cerca renacieron, así que aquí estoy de nuevo.

¿Qué ocurrirá conmigo?, no lo sé (es lo mejor de todo esto) ya he dicho que cuando uno sabe lo que realmente siente, puede mandar al diablo sus contradicciones, incluso recibir con gusto las malas intenciones...

Sabiduría. Cuáles son tus intenciones, en esta inesperada llegada??

Sean las que sean, mi puerta para ti, nunca estará cerrada…