Se va un año más…
¿Cuántos asuntos pendientes se quedaron en
aquél? No lo sabremos, hasta que el recuento de nuestros éxitos y fracasos los
haga volar y los libere como palabras que se prenden al impregnarse y nos los
muestre como dicho que se diga mientras se dice, no sólo mientras se piense calladamente,
soterradamente, sigilosamente, penosamente.
¿Cuántos sentimientos atrapados, cuántas
expresiones apresadas, cuantas palabras calladas, inéditas, innatas, cuántas
acciones, cuanta vida se nos quedó en el tintero, cuántas promesas no cumplidas?
Un último beso, una despedida, un saludo, una propuesta, una iniciativa, una
llamada, una contestación. Un tintero y su tinta. Y en ella, la vida que no
fue, como río que subterráneo fluye y no se ve ni se oye porque no se atrevió,
porque en esta cueva se quedó.
Un tintero y su tinta que no se acaba, como
este año que sí se acaba. Un tiempo que se consumió y consigo se llevó todas
las oportunidades, todos los puertos y sus barcas, todas las salidas con sus
entradas, todas las ventanas y sus vientos, todos los anhelos que enterrados
fueron entre los restos de un suspiro que se nos atoró en un instante, en el
del ansia, en el del tren que pasa sin detenerse en la estación de un mundo que
se extravió porque un cometa su elipse alteró sin que hiciera nada esperando
que todo pasara. Como si fuera el universo, como si de este recinto se tratara.
La vida que pasó frente a nosotros y que la
dejamos ir como torero sin capote arrimado al precipicio de no haber hecho lo
que se debía. El tiempo no perdona y te dice “éste es el último día de un año
más en tu existencia ¿estás listo para el nuevo comienzo? Quizá no estás
preparado, pero toda primera vez supone una promesa. Así es, el principio de un
todo; el primer día de clases… El primer beso. El primer día en un trabajo
nuevo. El primer vuelo en un avión, el primer día de un año que llega… Etc.
Las primeras veces son promesas. Las
promesas; esperanza.
El inicio de cualquier cosa en la vida supone emoción, energía, ímpetu. Se trata de los zapatos relucientes, la puntualidad, la simpatía desbordante, el nerviosismo magnífico hasta -al que yo suelo llamar- ' el miedo bonito'. Inicia algo, y todos queremos dar lo mejor de nosotros mismos. Porqué "la primera impresión nunca se olvida".
El curso natural de la vida supone cambios.
Lo mismo pasa con los propósitos de año nuevo. El energético arranque disminuye, fastidia, aburre y se convierte en un pusilánime ensayo que termina, si bien nos va, en el mes de marzo.
A pesar de los cambios inesperados, y las vicisitudes no contempladas; estoy haciendo todo aquello que me propuse. Ni yo lo puedo creer. Y a sabiendas de que tal vez baje la guardia y todo este entusiasmo que raya en lo ridículo me colme de fastidio o derive en un absurdo, quiero proponerme un "no me importa". Eso no me detendrá, el miedo al fatídico final no me detendrá esta vez.
Es claro lo que decía el griego aquel. La vida es un río y sus aguas no son las mismas. Es cierto, pero no es exacto. Metes los pies y sigues sintiendo frío, los mosquitos te saludan y en general te sientes bien. Las aguas no son las mismas, pero el río que es la vida sigue fluyendo y trae todas esas cosas que valen la pena. Los llantos de los bebés, las risas de los niños, el ladrido de los perros...
Los que se han ido nunca regresan, es
cierto, otros ocupan sus lugares. Incluso, uno mismo de repente está en el
papel de ese ser entrañable al que no se ha dejado de extrañar un solo día. Me
gusta saber que hay gente que me extraña, que necesita ver mis ojos, mi
sonrisa, escuchar mi consejo y mis ideas locas.
Por eso, ahora hundo mis pies en el río,
toco con ellos las piedras del fondo, cierro los ojos y sé que soy parte de la
vida de todos los que han convergido en mi existencia.
Eso hace que me sienta contento, muy contento.
“Hoy, mirando mi alma veo que tengo que hacer
limpieza, es urgente que elimine las cosas indeseables, esos pensamientos
desagradables que algunas veces envuelven mi vida. Quiero también limpiar
varios tesoros que tengo abandonados….pulirlos y devolverles el brillo de sus
años bríos.
Buscar por el fondo de los estantes los recuerdos que no use y no quiero pensar más… Tirar lejos algunos de mis sueños y muchas ilusiones… Tomar esas historias del presente que nunca utilice, risas que jamás compartí… Lanzar lejos la rabia y el rencor, esparciendo las hojas marchitas guardadas en libros que nunca abrí… Y poner a un ladito todo, bien ordenado.
Sacar todas las cosas de mi alma y arrojarlas al suelo, una cosa tras otra…pasiones ocultas, deseos oprimidos, letras horribles y toscas que nunca quise escribir, el sufrimiento de un amigo, recuerdos de días tristes…
Pero sabes… encontré otras muchas cosas…el
trino de un jilguero en mi ventana… el nombre de una mujer, cuyas
iniciales marcaron mi existencia y la eterna pregunta de lo que habría sucedido
si tan solo me hubiera concedido “una oportunidad”… pero el tiempo pasa y no
perdona, la vida es un circulo y siempre he tenido la certeza de que el circulo
con ella se va a cerrar, para bien o para mal, pero el momento llegará…
Y como soy tan despistado, me fui distrayendo, mirando cada uno de aquellos recuerdos. Rogando a todo dios conocido que algún día ella vuelva por mi o conmigo
Arrojé a la basura los restos de un amor que me hirió. Otras cosas que aún me hieren, las coloqué aparte. Después veré que hago con ellas, si las olvido o las envío al basurero.
Tome las palabras de furia y de dolor, que estaban en el estante de encima, pues casi no las uso, y las tiré fuera en el mismo instante. Recogí con cariño el amor reencontrado, doblé ordenaditos los deseos, coloqué perfume en la esperanza, pasé un pañito en el estante de mis metas y las dejé a la vista para no olvidarlas.
Estoy dispuesto a perdonar injurias pasadas,
confiar en ti, si es que aún amas… pero el amor no se pronuncia, se demuestra
en actos simples!!
Coloqué en los estantes de abajo, algunos recuerdos de la infancia, en el cajón de encima… los de mi juventud y colgando enfrente, sí, justo frente a mi cama puse mi capacidad de amar, para ser lo primero que vea justo al levantarme...
Y al terminar la limpieza, recordé que cuando alguien desea algo debe saber que corre riesgos y por eso la vida...vale la pena."
La soledad es necesaria para gozar de
nuestro propio corazón y para comprender la teoría del “amar”, pero para
triunfar en la vida y para que el amor llegue a nuestras vidas, es preciso dar
algo de nuestra vida al mayor número de gentes.
Gracias A TODOS por estar aquí.
Solo quería enviarles un saludo y agradecer su
convergencia en mi existencia… de no ser por lo que todos los días aprendo de ustedes
y contigo (la envidia, el ego, la bondad, le serenidad, la calma, la paciencia,
el orgullo, la mentira, la lealtad, la honestidad, la belleza, la perfección,
la plenitud y mil etcéteras mas) este hato de carne y huesos seria sólo, un
hato de carne y huesos… (No es error de sintaxis, es lucidez literaria)
Por eso estoy hoy aquí, gracias y de manera
lacónica-sutil perdona mis injurias, agravios y entuertos… a veces solo me
resulta mejor ser un verdadero cabrón.
Que la locura se apodere de todos nosotros!!!!
la locura de la paz, en lugar de la
locura de la guerra
la locura de perdonar, en lugar de la
locura de culpar
la locura de querer ser yo, en lugar
de la locura de querer que seas como yo
la locura de amar, en lugar de la locura de
poseer
la locura de ser amado, en lugar de la
locura de ser poseído
la cordura de sabernos locos, en lugar
de la locura de creernos cuerdos…
Allí está el tintero, pletórico y exhausto.
Sólo falta la pluma, la del ganzo, del cuervo, la del cóndor, la de la
libertad. ¡Qué venga y que llegue! Que este escondite horade, que esta cueva
penetre y fecunde, que esta vida reinvente. Que la pluma venga sin venganza,
que nos escriba y describa.
Que venga lo que venga, pero de todo aquello
que venga; lo principal seas tú…
Mi pluma, mi estrella. Sólo la pluma que
vuela, sólo la pluma que escribe e inscribe, sólo la pluma ligera, la de las
palabras totales y torales, la pluma de la vida, la que canta, la que señala,
la que ensueña y enseña, sueña y suena, la que en el tintero entra y rescata
las oportunidades y los puertos y las barcas y las salidas y las entradas y las
ventanas y los vientos y los anhelos y a la que todos nosotros que –colmados de
bendiciones que nos ofrecemos- nos asimos como al año nuevo: al tiempo que se
reinventa y reclama, como Fénix que no se muere, como Ícaro que no teme al sol,
como Prometeo no huye al fuego.
Pluma, hoja y tintero, la pluma tu persona,
la hoja mi existencia... el tintero ese frasco "intangible e
invisible" que contiene el material que imprime en letras, anhelos,
suspiros y enojos, la convergencia de tu vida con la mía.
La pluma, la misma pluma que nos hace volar
escribiéndonos en la faz de este tiempo que se renueva, como año nuevo, como
ganas de empezar otra vez, pero esta vez mejor, esta vez más ligeros, esta vez
más alegres, como hombres y mujeres de buena voluntad. Así sea y que el tintero
y su pluma les bien digan. Porque hoja, sin pluma y sin tintero es hoja que se
lleva el viento.
Que venga lo que venga, pero de todo aquello
que venga; lo principal seas tú…
En palabras menos literarias y complejas, TE
EXTRAÑO, vaya que te extraño.
FELIZ AÑO NUEVO A TODOS… o lo que sea que más les convenga.
TECUAN
El otro día estaba viendo un comercial de no sé qué bebida embriagante, de seguro tú sabes bien a cuál me refiero (por eso de que ves la tele, no por eso de que conozcas de bebidas alcoholicas jajaja),el punto es que me llamó mucho la atención la manera como terminaban el comercial "soy la suma de todas aquellas personas que de alguna manera han tocado mi vida" lo cual es muy cierto. Me encanta saber que de alguna u otra manera soy parte ínfima, pero al fin y al cabo parte de tu vida. Se los he dicho un montón de veces, pero insisto en que verlos después de tanto tiempo me ayudo a refrescar mi triste y amargada vida jaja, bueno no tanto pero si fue de lo mejor. Por alguna extraña costumbre cabalística que antes no tenía (tal vez deba admitir que estoy envejeciendo jaja) estoy tomo el inicio del año calendario como un inicio para cambiar algunas cosas e intentar hacer otras de manera diferente. Claro que cuando una espera palabras de aliento de sus amigos cundo publica que quiere cambiar sus paradigmas, no falta el que se ponga negativo ¿verdad? jajajajajaja no es cierto, yo sé que si en algún momento necesito tus acertados y asertivos consejos puedo contar contigo. Eso de los 12 porósitos no es muy mi onda, siento que son demasiados y luego me pasa que a medio año ya no les veo tanto sentido jajaja, por eso para este año insisto que lo que quiero es cambiar un poco mi visión de las cosas, en especial ser menos meticulosa y menos temerosa, me encontré con otra frase de Einstein que dice "Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo" y dije: chale..... tal vez sea una buena filosofía para este año. Entonces trataré de aplicarlo en 3 ámbitos: académico, laboral y amoroso (los 2 primeros han sido mi dolor de cabeza, corazón y alma los últimos 2 años, y el último.... pues la verdad llegue a pensar que no volvería a sentir esas cosquillas en el estómago jajaja, ya deja de reírte ahora!) y pues dentro de 12 meses te vuelvo a escribir para ver si el experimento está funcionando o aborto y me quedo con mi normalmente cuadrada y sobre-razonada visión del mundo (ese, según mi mamá es una buena cualidad pero también mi peor defecto). Por eso también he decidido estar más con personas que traten de abrir mi mente, por eso espero que un día me dejes tomar café (o bueno, lo que prefieras) contigo. Después de explayarme tanto, sólo quiero desearte un año muy chido! No te olvides de las amigas (yo sí te considero mi amigo) y pues que tengas la fuerza para hacer todo lo que pasa por esa fértil mentecilla tuya. Un besote! Atte.: Prisma (ya lo sabías)
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